Es
lamentable pero esperanzador que lo único coherente, lo único
moral e intelectualmente decente que he escuchado acerca del claustro
venga de la pluma de un muchacho de 17 años.
¿Qué responden los
diseñadores, promotores e implementadores de este "Transantiago
Institutano"?
¿Cómo nuestras autoridades pueden aceptar un
engendro de tan mala calidad y tan torpe; tan desvergonzadamente
irrespetuoso?
¡Sí!!
Irrespetuoso !!!
Irrespetuoso
con la institución a la que está dirigido y lo que ella representa
para el país; irrespetuoso con el dolor de los que hemos sufrido y
estamos en la catástrofe; irrespetuoso con los que mataron su justa
ilusión de un hijo institutano y partieron ya, derrotados, al
sistema pagado; irrespetuoso con los que honestamente soñaron;
irrespetuoso con ellos mismos, con su condición de autoridades o de
líderes; irrespetuoso con nuestra condición de no-imbéciles;
irrespetuosos, en fin, con los momentos más oscuros que pueden
desencadenar.
Este
fin de semana, durante horas, trabajamos con mi señora UN PUNTO de
los varios a tratar: el PEI del IN. Revisamos las palabras de Egaña,
su visión de lo que debe ser el IN, vimos en la página del colegio
la Misión que se le asignó: vimos el producto, el Hombre que se
espera entregar al país y el perfil que deben tener sus maestros.
Evaluamos la estatura de los próceres que diseñaron ese ideario;
sopesamos su trascendencia en la historia de nuestro país. Medimos
la magnitud de la tarea, nos medimos nosotros y nos situamos en el
hoy.
Concluímos:
suscribimos en lo fundamental la visión y la misión del IN definida
por los que nos antecedieron; en lo coyuntural o en lo adjetivo
creemos que podemos empezar a trabajar pero con plena conciencia de
que se trata de una tarea de largo plazo y a la medida de hombres
como los fundadores de este colegio.
No
es en el PEI que está la falla. La falla está en nosotros, los
actores del hoy. En nosotros, los apoderados, ausentes, adjudicándole
al colegio quizás 10 o 12 horas de 5700 que tiene el período
escolar; no preparando en el hogar a nuestros hijos para estar en
condiciones de ser un Institutano; no entendiendo adónde llegábamos,
siendo irreverentes ante este monumento nacional. La falla está en
los profesores, también ausentes; en su condición de contenedores,
de líderes, de MAESTROS. Ausentes durante y después de la
catástrofe, apenas "cumpliendo la pega". La falla está en
los alumnos que no han sabido asumir su calidad de "distintos",
de privilegiados. Que no han sabido respetarse a si mismos y al
colegio donde estudian; que no han sabido respetar sus compañeros y
no se han asumido la responsabilidad que conlleva el tener un
intelecto sobre la media. La falla está en la administración y la
dirección que no ha tenido el valor de dar el golpe de timón
necesario para salvar su nave del naufragio.
Todos
culpables. Nadie culpable - dirá alguien - , pero yo respondo: TODOS
RESPONSABLES.
PROPUESTA
CONCRETA: EL ORGANIGRAMA es claro y las responsabilidades y tareas
están asignadas.
Cada
uno entonces a asumir su responsabilidad, en su lugar; cada uno a
hacer su tarea. Fin de los iluminados y los salvadores del IN, del
país y de la humanidad. Es deber de nuestras autoridades diseñar un
plan de restauración de nuestro ser institutano y criteriosamente,
armonizarlo con el impostergable "salvataje" académico.
Excluyo
ex-profeso a la "sostenedora", creo que, lamentablemente,
nunca entendió el SER INSTITUTANO; y creo, además, estará
agradecida que le resolvamos un problema que la excede.
CONVERGENCIA INSTITUTANA
CONVERGENCIA INSTITUTANA