lunes, 12 de agosto de 2013

Declaración Pública

En esta fecha donde los corazones institutanos se llenan de esperanza y buenos augurios para lo que será el futuro de nuestro querido Instituto Nacional, donde los valores del respeto, fraternidad y tolerancia resultan ser ingredientes nutritivos en los diversos discursos que me ha tocado escuchar en estos días, lamento tener que dar a conocer a Ud. una situación que ha sido muy dolorosa tener que enfrentar.
Quien suscribe, es una apoderada, mujer, madre y profesional, quien con compromiso y lealtad a los roles que me ha tocado asumir en el transitar de mi vida, agrego dos más, el ser presidenta de curso (7ºM) y representante de nivel de los séptimos básicos, responsabilidad que asumí luego de ser elegida por los Presidentes y Tesoreros de este nivel. Es en esa condición que participo del Centro de Padres y Apoderados del Instituto Nacional (CEPAIN) de acuerdo a la orgánica de nuestra comunidad.
En consecuencia a ello; se me solicita reemplazar en la mesa ejecutiva del claustro institucional el día viernes 09 de agosto a la 12:30 hrs. al representante del CEPAIN. Por su puesto accedo gustosa y con actitud propositiva y no dudo que así fue… sin embargo; debo comunicar que una vez que se retira momentáneamente el Vicerrector de la mesa, el presidente del Caín y docentes, fui abordada por dos representantes del centro de padres y madres paralelo y dos representantes de PAMIN con actuar prepotente, intransigente, intimidante con intolerancia que jamás pensé podría darse por apoderados, más aún en este Establecimiento. Me sentí invadida y victima de un rol que considero no merecer. He decidido participar en el Instituto con el único objetivo de poder contribuir a que este sea un mejor espacio para nuestros hijos, no me animan interés de ningún tipo. Lamento no haber  podido contar en ese momento con los mecanismos de defensa necesario para protegerme.
No me voy a detener en las reminiscencias del diálogo, pero si debo colocar los énfasis en sus estilos de comunicación agresivo y violento, que no contribuyen a la sana convivencia que tanto se necesita. Aquello no se hace… aquello es Maltrato, vulneración de derechos, como de los peores tiempos de nuestra historia republicana.
Aún me pregunto, ¿Cómo personas con este nivel de intolerancia se sientan en una mesa a pensar el futuro próximo del primer foco de luz de la nación?, ¿Cómo personas adultas aprovechan el primer momento en que no están las autoridades del colegio, los representantes de los alumnos y de los profesores, para violentar a una mujer y apoderada?. Este no es más que un acto cobarde e irracional. Esperé las disculpas correspondientes, pero estas no han venido.
Sr. Rector, como padres debemos ser ejemplo para nuestros hijos, debemos entregar principios y valores que forman a los hombres y mujeres del futuro. La situación que viví, demuestran que unos pocos están muy lejos de ese camino. Es ya momento de poner los más altos estándares a la convivencia en nuestro colegio. Es eso lo que se merecen, nuestros hijos, es eso lo que se merece el Instituto Nacional.
Atentamente a Usted,
Valeria Reyes Álvarez
Profesora en Educación y Psicóloga
Docente Universitaria
Presidenta 7ºM
Representante Nivel de 7º
Información oficial

CONVERGENCIA INSTITUTANA

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