jueves, 13 de junio de 2013

RELATO DE UNA TOMA

No se como se llego a esto. Ni si quiera fue como en el 2011, o como en el 2012... Murallas rayadas por todos lados, con frases y grafitis. Las colchonetas siguen tiradas en algunos lados, testigos de lo que fue la ocupación...

Mucho tiempo paso desde que no escuchaba ese ruido de fondo de las voces, gritos, pelotas, guitarras, ese ambiente de un colegio repleto de alumnos.


Las salas están cerradas porque se robaron las llaves, están todos en los pasillos sentados, los que quieren clases están estudiando en grupos sobre las pocas mesas que sobrevivieron. Los mas políticos dando vueltas riéndose, ya no hay nada mas que hacer mas que reírse y caminar, "esto esta fuera de control y el centro de alumnos no sabe dirigir, para que amargarse?, mejor ríete y disfruta del día".


No hubo tiempo de limpiar el piso, esta lleno de polvo, se notan las pisadas de todos quienes han pasado por acá. Por otros lados hay una capa gruesa de polvillo de extintor que cubre bancas, murallas, puertas y ventanas.


Hay un aislamiento general de parte de los profesores hacia los alumnos; no nos hablan, cuando los miras sus ojos demuestran frialdad y un sentimiento de odio de volver a comenzar así.


Espacios y salas que no deberían estar abiertos lo están, uno camina libremente por donde quiere, incluso he visto mas de un cigarro encendido, pero escondido. No hay inspectores ni profesores, dijeron que no iban a entrar a compartir con los alumnos.


Basura por todos lados y no parece el Instituto Nacional de las fotos antiguas, todo limpio ordenado. Las mesas aun permanecen tapando algunas puertas, otras aun siguen cerradas, y en otros lados donde debería haber puertas, no hay.


Tampoco reconozco al alumnado del Instituto, aquel de las fotos donde todos estaban ordenados con veston, ha desaparecido. Chicos con zapatillas, otros con jeans, no faltan los polerones rojos o grises, gorros de colores brillantes. Son la minoría, pero minoría que no se ve en días normales de clases.


Las sillas están por todos lados, las mesas también, pedazos de metal y madera tirados por el patio, y todos nos movemos dentro de este lugar que llamamos Instituto Nacional.


Quien sabe que pasara en el futuro?.

Colillas de cigarro por el suelo reflejan lo que fue la toma, y un constante olor a quemado pareciera como si el colegio se estuviera quemando por dentro. Bueno, no se aleja tanto de la realidad...Hoy 10 de Junio, a dos meses exactos del Bicentenario, el día en el que todo fue un caos y se destruyo la "Comunidad Institutana".

Relatos de un alumno en Toma, reproducido en facebook.

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